
La biotecnología aplica principios biológicos y tecnológicos para crear productos y procesos útiles en medicina, agricultura, energía y medio ambiente. Su impacto abarca desde vacunas y medicamentos hasta biocombustibles y alimentos más nutritivos.
La fermentación, utilizada desde hace milenios, fue una de las primeras aplicaciones biotecnológicas. Hoy, las técnicas más avanzadas permiten manipular microorganismos, editar genes y crear tejidos artificiales.
En salud, ha revolucionado el desarrollo de tratamientos personalizados, insulina sintética, anticuerpos monoclonales y vacunas como las de ARN mensajero. En agricultura, ha permitido cultivar variedades más resistentes y sostenibles.
Sin embargo, también plantea interrogantes sobre bioseguridad, patentes, monopolios y acceso equitativo. La biotecnología debe ser usada con responsabilidad, garantizando que sus beneficios lleguen a todas las personas y respeten los ecosistemas.
Innovar no es solo avanzar técnicamente, sino hacerlo con ética, inclusión y visión de largo plazo. La biotecnología puede ser una gran aliada para enfrentar los desafíos del presente y construir un futuro más saludable y equilibrado.









