
La economía digital está revolucionando la forma en que se produce, consume y se genera valor. Plataformas tecnológicas, comercio electrónico, inteligencia artificial, big data y blockchain están configurando un nuevo paradigma económico global.
Esta transformación ha permitido la creación de empresas innovadoras, el surgimiento de nuevos empleos y una mayor conectividad entre mercados. Sin embargo, también ha ampliado las brechas entre quienes tienen acceso a la tecnología y quienes no.
La economía digital requiere infraestructura sólida, marcos regulatorios adecuados, protección de datos personales, competencia justa y alfabetización tecnológica para todos. También plantea preguntas sobre derechos laborales, monopolios digitales y concentración de poder en grandes corporaciones tecnológicas.
Los gobiernos deben actuar como garantes de una transformación digital ética, inclusiva y sustentable. Al mismo tiempo, las pequeñas y medianas empresas deben ser apoyadas para digitalizarse y competir en condiciones equitativas.
La economía del futuro ya está aquí. Aprovecharla de forma inteligente y justa será clave para el desarrollo sostenible y la reducción de desigualdades en el siglo XXI.









